martes, 30 de septiembre de 2008

Entre la culpa y el amor

Eran las 7 de la mañana, mire la cicatriz en mi pecho y recordé todos aquellos momentos en los cuales la miraba incansablemente, con la idea de verla sanar poco a poco.
Las siete de la mañana, el momento en el que durante tanto tiempo la enfermera llegaba religiosamente a bañarme...

Ese accidente se dio en un día como cualquier otro. En el cual habíamos decidido ir a la playa, mis amigos y yo. Como el camino era largo, nos turnábamos para manejar. Fue a mí al que le tocó la última parte del viaje. Cuando por esas cosas de la vida que uno no comprende, vi el furgón justo delante de mí. El tiempo me dio apenas para intentar esquivarlo y lo logré derrapé un poco, pero el carro hizo un giro extraño, por el agua que todavía quedaba en la carretera de la lluvia que había pasado unos momentos antes. Así, no pude reaccionar a tiempo, y fuimos a dar al guindo que estaba al fondo de esa curva.

Sólo yo, perdón, sólo él y yo logramos sobrevivir. Observé hacia la derecha y ahí estaba mirándome, de pie. Ese día milagrosamente él logró salir casi ileso del accidente. Desde entonces aparte de mis padres, es la única persona que me visita. Claro los padres de mis amigos, nos culpan por la muerte de ellos, y yo en mi interior también me culpo por su muerte; pero no sé, si es peor quedar viviendo con la conciencia cargada de culpabilidad.

Pero él, él no me culpa, pasaba el día esperando que despertara para traerme ese vaso con agua que por la culpa de mi pulmón perforado, no puedo alcanzar yo mismo. O ese periódico que está en la entrada de cuidados intensivos. Esas pequeñas cosas que un enfermo no puede hacer, eso lo hacía él por mí.

Amigos y confidentes desde la infancia, eso habíamos sido Tony y yo. Pero en esos momentos ya no podía definir que éramos. Sencillamente mi vida sin él ya no la podía visualizar, sus atenciones, preocupación por mi salud, su alegría al hablar conmigo, y la forma como me miraba a los ojos. Eso no era de un simple amigo.

Una vez que salí del hospital, tras largos meses de espera, decidimos que era hora de independizarnos y empezar una nueva vida, lejos de esa gente que nos culpaba por haber sobrevivido.

Así empezamos nuestra vida juntos, seguimos nuestras vidas normales, pude conseguir una nueva con la cual no duré más que un escaso mes, mes en el cual no logré sentirme feliz en absoluto.

Pero la vida seguía y los dos lo sabíamos, hasta que un día, de repente todo cambio de nuevo. Sentí un dolor inmenso, que me penetraba el alma. Un dolor como ninguno que haya sentido antes. Quise gritar pero las palabras no lograban salir de mi garganta. Quise salir de la ducha y tratar de buscar auxilio. Pero las fuerzas abandonaron mi cuerpo. Lo último que recuerdo fue sentirme caer hacia el piso del baño, sentir como el agua recorría mis muslos y mi cuerpo… Y pensar en él.

Cuando abrí los ojos ahí estaba Tony, con sus ojos bañados en lágrimas y desesperado, tratando de hacer que yo recuperará la sensatez. Me bastó ver su preocupación, para que el dolor que me había atacado anteriormente, se alejara de mí.

Me incorporé poco a poco, él con su pelo negro mojado y sus pupilas impregnadas en lágrimas de preocupación. Algo se movió dentro de mí, algo que no sé cómo llamarlo, pero lo abrace también llorando y sin planearlo ni darnos cuenta de cómo sucedió, nos besamos, suave y silenciosamente.

Me secó con una toalla, y me llevó a la cama a descansar, se tumbó a mi lado. Mientras me besaba me dijo: “Te amo” y yo le respondí: “Yo también te amo”.

Así poco a poco nos quedamos dormidos, sabiendo que al despertar iba a empezar una vida totalmente diferente a la que llevábamos, pero al tanto de que la felicidad por fin había llegado a nuestras almas.

4 comentarios:

  1. Es bonito ver como despues d una tragedia se puede rescatar algo bueno q en realidad produce un cambio en nuestras vidas. Y es asi cada acontecimiento en nuestras vidas nos moldea y nos convierte en lo q somos en quien somos. A veces el amor se encuentra en los lugares mas inesperados y cuando nos arriesgamos a descubrirlo, nos damos cuenta d lo maravilloso q es. Buen trabajo como siempre

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  2. Muchas gracias a mi buen amigo Elendriel, por ayudarme con los arreglos a este relato!!!

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  3. Pabs es uno de mis escritores jovenes favoritos, el amor, la tragedia, el resurgimiento y la esperanza son sus ideales. Es capaz de creer que todo va a estar bien aun en las peores situaciones y sus cuentos, poemas, ensayos y demas reflejan exactamente eso. Sus historias siempre me hacen incluirme en ellas y eso es la marca de un gran escritor, conseguir que el lector se identifique con la historia y comprenda la pasion de cada letra. Falta mucho por mejorar, nadie nace aprendido, pero se que esta dispuesto a avanzar cada dia mas, hasta lograr pulir sus palabras hasta el punto en el que se sienta satisfecho de ellas.
    Mientras tanto, adelante Ellian, siempre tendras en mi un amigo y un critico.

    Elendriel

    P.S. Gracias a ti por dejarme ayudar.

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