sábado, 27 de septiembre de 2008

Esa piel

Adoro esa piel. Fantaseo día y noche con tenerla en mis manos, y esta noche, por fin, vamos a estar juntos. Sólo esa piel tiene semejante efecto en mi, puede que no sea como las de los anuncios, puede que no sea la más cotizada por mis pares, puede que tenga algunas imperfecciones, pero solo esa piel me motiva, solo esa piel me excita, solo esa piel me desvela.

Desde el día que el destino nos presentó, mi vida no tiene otro objetivo que estar con ella. Ya no me atrae ningún placer carnal, las artes han empalidecido ante ella, los músicos han enmudecido para mi, y el teatro ha perdido sentido. Solo la presencia de esa piel me hace sentir vivo, es el único motivo para salir de mi casa, es la única razón de mis pocas sonrisas.

Seríamos tan felices juntos, la pasión se desbordaría a niveles incalculables, nuestra alegría sería eterna. Pero, para mi desdicha, esa desgraciada mujer imposibilita nuestra relación. Ella siempre está con mi amada, siempre se interpone entre nosotros, siempre me observa con esos ojos. ¡Cómo odio esos ojos! no entiendo cómo semejante belleza puede juntarse con esos ojos. Siempre observando, no puedo apreciar esa piel perfecta sin topármelos, no puedo disfrutar de la vida sin que me juzguen.

Pero esta noche, esta maravillosa noche, voy a tomarla sin que esos miserables ojos me detengan. Esta noche sin luna es perfecta para nuestro tan esperando encuentro. He preparado todo lo necesario con meses de anticipación, planeado cada paso con detenimiento, revisado minuciosamente todos los instrumentos y analizado cada detalle a profundidad. Nada va salir mal esta noche, nada puede salir mal esta noche.

Aunque tengo un plan detallado de nuestro primer encuentro, aunque haya soñado con esta noche por meses, aunque haya visualizado cada momento, no puedo evitar sentirme nervioso. Silencioso, me acerco a ella. No quiero apresurar las cosas, quiero que ella recuerde esta noche como la mejor de su vida, porque definitivamente, esta va a ser una noche inolvidable.

Al tenerla ante mis ojos, todos mis planes se borraron de mi mente. La perfección en su más pura forma está frente a mis ojos, lista para que la tome. No puedo describir mi emoción en estos momentos, mi corazón palpita a más no poder, mi respiración se acelera, mis manos sudan y mi pulso tiembla. A pesar de mi nerviosismo, esta va a ser una noche perfecta.

Y lo hubiera sido si no fuera por esos ojos. A pesar de asegurarme de que no estaban presentes, despertaron súbitamente, acompañados por los gritos desesperados de esa detestable mujer. ¡Cómo odio a esa mujer! sólo ella puede ser capaz de detener nuestro amor, sólo ella puede ser así de insensible ante nuestro profundo romance, sólo ella puede ser tan repugnante para gritar despavorida ante mi presencia. Definitivamente, ella tenía que callarse si yo quisiera disfrutar de esa piel.

Un par de golpes no fueron suficientes para tranquilizar a esa desesperante mujer. Por suerte, vine preparado para todo. Un póco de éter es suficiente para dormirla de nuevo. Para no dejar nada al azar, decidí atarla y amordazarla para prevenir futuras interrupciones. Todo tiene que ser perfecto para mi amada.

Esos gritos seguramente han alertado a algún habitante de esta casa, por lo que debo acelerar el plan, por más que deteste esa idea. Puede que este momento no sea tan romántico como quisiera, pero una vez que la tenga, voy a poder disfrutarla cuantas veces quiera, y no puedo arriesgarme a perderla.

Mientras separo tan preciada piel de semejante monstruosidad de persona, me sigo preguntando como una piel tan hermosa le puede pertencer a una mujer tan detestable.

1 comentario: