domingo, 26 de abril de 2009

Te conté?

Te conté?
No. No te conté.
Claro que no te conté.
Si ya no somos educados, ni corteses.
Prentendemos que no existimos el uno para el otro.
Es decisión tuya, y no mía. 
Así que yo no te conté.
No te conté.
No te conté que ya no importa.
Que podés dejarte tus ojitos de ruegos,
tu obsesión con las cejas me resbala,
y tu cabello no es tan perfecto.
Porque la verdad es que todo se acabo
hace ya muchas lunas atrás,
porque si te amara, si realmente te amara,
no me hubiera ido tan feliz y campante
ese lunes por la mañana.
Todo esto, la verdad, se acabo,
en la ciudad que nunca duerme,
en ese grupo de minutos en que ninguno,
ni vos, ni yo, ni nuestras almas atormentadas,
estuvieron en el mismo lugar al mismo tiempo.
Si te ame, ya no es relevante, 
(aunque todavía me pregunto si
realmente me quisiste vos a mí)
porque nunca te amé tanto
tanto para contarte que te amé.
Te conté?

miércoles, 1 de abril de 2009

No sos el único

Sus manos no eran las tuyas,
sus labios no sabían como los tuyos,
pero de pronto, mis manos encontraron ese cuerpo,
ese nuevo cuerpo desconocido, 
extrañamente familiar. 
Cuando me dí cuenta,
ya no buscaba tu sabor en él
ni sentía todavía tu olor impregnado en mí,
ni logré recordar siquiera el color de tus ojos.
No me importaba el color de tus ojos,
ni como me hubieras abrazado,
ni intentar recordar tu olor.
Sin darme cuenta, me importa él y no vos,
me importa su sabor y no el tuyo,
me importa como me llamará él,
lo que me conocerá él y no cuanto me conociste vos,
me importa como me hacer sentir él,
como se siente su piel contra la mía,
como sus ojos siempre encuentran los míos,
los planes que hacemos nosotros dos,
no los que vos y yo nunca llevamos a cabo.
El me ha enseñado que no sos el único ser perfecto,
porque vos solo fuiste perfecto en mi cabeza,
en la vida real no llegaste a mucho,
pero él... él se acerca mucho a perfecto,
a lo más perfecto para mí en este planeta.
Me perderé en sus ojos, en sus manos,
en sus besos y en sus caricias.
El también es capaz de cambiarle los colores a mi mundo.