viernes, 10 de octubre de 2008

La respuesta


Ok I am tired let’s chat tomorrow, I leave u a qstn, if u decide 2 be with a man, wht wld u like he does 2 u? Good nigth.


¿Buenas noches? ¿Quién puede tener buenas noches después de una pregunta así? Mi mente simplemente empezó a darle vueltas y vueltas al asunto. Ya era tarde y el último mensaje me llegó a las 11:30pm. Estaba acostado en mi cama y la oscuridad era mi única vigía. No sabía que pensar, así que simplemente cerré mis ojos y dejé que el silencio me guiara. Necesitaba una respuesta, quería dar una buena respuesta, una que expresara realmente lo que deseaba. No sé si lo imaginé o lo soñé, pero repentinamente las imágenes abarrotaron mi mente.

Era un cuarto pequeño, con apenas una cama grande y un baño. La ventana estaba entre abierta y una luz tenue entraba desde la calle iluminando de forma bizarra el interior. El agua de la ducha corría por mi cuerpo, más que asearme lo que hacía era acariciarme con ella. Disfrutaba de su masaje en mi cuerpo, relajándome para la noche que vendría. Ese duchazo estaba tardando más de lo debido, mis nervios instintivamente me hacían prolongarlo. Una voz me devolvió al presente, recordándome que no estaba solo y que alguien me esperaba en el cuarto.

Cerré la llave, salí y tomé una toalla. Sequé cuidadosamente mi cuerpo no sin antes avisar que ya salía. Me gustaba sentir mi piel fresca, olorosa a jabón. Arrollé la toalla en mi cintura y giré la perilla cuidadosamente, procurando no hacer ruido para descubrir lo que él hacía en la habitación. Todo estaba oscuro, así que apagué la luz del baño. No podía ver nada, no sabía dónde estaba. Di tres pasos en dirección a la cama, de repente unos brazos fuertes me abrazaron por detrás. Musitó algunas palabras a mi oído que no pude entender. Sentía la piel de su abdomen rozar contra mi espalda. Sentía ese calor que me llamaba a sus brazos. Me besó el cuello y yo aproveché para voltearme y atrapar sus labios.

Disfrutaba de su aliento fresco con un ligero toque de whisky, sin duda él estaba igual de ansioso que yo. Me besaba con dedicación y yo respondía con un toque de creatividad. Saboreábamos nuestras bocas, despacio, poco a poco la pasión ganaba terreno. Cambié mi objetivo, mi boca se fue hasta su cuello y mis manos siguieron acariciando su espalda bajando despacio. Él me sujetaba fuertemente a su cuerpo con su brazo derecho, mientras que acariciaba mi pelo con la otra mano. Nuestros cuerpos giraban hacia la cama, yo exploraba el sabor de sus hombros y su pecho. Él simplemente cerraba los ojos y mordisqueaba su labio inferior.

Estábamos frente a frente, cada uno sabía lo que quería y cómo conseguirlo. Di el primer paso y lo recosté lentamente sobre la cama mientras lo besaba con cariño. Se veía tan cálido ese cuerpo, tan atrayente. Me separé un poco sólo para contemplarlo, era justo como imaginaba que sería. Sonrió al ver mi cara de tonto y con un imprevisto ataque de cosquillas me colocó bajo su cuerpo. La ternura del momento dio paso al deseo. Me besó breve pero intensamente, entre las ganas y su lengua no podía casi respirar. Fue bajando por mi cuerpo, empezó a morder levemente mi pecho mientras sus manos acariciaban un poco más arriba de mis piernas. Su lengua acariciaba mi abdomen, amenazaba con seguir explorando y yo no estaba dispuesto a detenerla. Para ese momento la toalla aún seguía abrazando mi cintura. La fue quitando despacio con sus manos y solo pude cerrar mis ojos y dejarme llevar... Podía escuchar la noche, la oscuridad, sus movimientos, mis palabras. Sentía sus labios, su saliva, su deseo y nada más podía aprisionar las sábanas entre mis puños...

Pude escuchar un ruido extraño que me distrajo, era el timbre de mi politono que estaba vibrando en mi mesa de noche al lado de la lámpara. Abrí los ojos y ya no había nadie conmigo. Ya no estaba en ese cuarto pequeño con la luz de la luna entrando por la ventana, era de día. Estaba de nuevo en mi cuarto y lo único que se encontraba realmente ahí, era mi cuerpo sudado sobre mi cama. Instintivamente tomé el celular, un mensaje nuevo en el inbox:

Good morning, Did u think in my last question little boy?

1 comentario:

  1. Me gustó mucho este post.
    Aunque me hubiera gustado saber un poco más que pasaba por la mente del dueño del cuarto, sus sentimientos, y preocupaciones. Y no sólo su deseo.

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