viernes, 27 de junio de 2008

El susurro

Ella caminaba suavemente, le sonreía dibujando los mas dulces pensamientos que podía imaginar. Él simplemente charlaba amablemente mientras caminaban por los pasillos.

Una sonrisa, un "mira esto", pero nada más. Ella sólo pensaba en sus manos, fugazmente dejaba aparecer en su mente la idea de las sensaciones que podrían despertar en ella el roce de sus dedos, pero él seguía caminando, a veces atrás, a veces adelante, a veces a su lado.

Otra sonrisa, ella pensaba ahora en sus labios, ojala desapareciera el mundo por un rato, para poder probarlos a gusto sin remordimientos o apuros, para poder saborear su lengua, su saliva, ojala pudieran encontrar un lugar secreto donde esconderse de la gente y el tiempo.

Seguían caminando por acá, por allá, "Mira" dijo ella señalando un objeto sin importancia, dejando que su cuerpo se detuviese delicadamente. Él, que venía detrás choca suavemente contra su espalda, un chispazo eléctrico la recorre por dos segundos, y hace como que pone atención a lo que él le cuenta, pero ella sólo imagina sus brazos rodeándola, acercándola lo mas posible a él.

Cruzan frases amistosamente, él ríe, ella también, y siguen avanzando y obserbando mientras sus pies sienten cada vez más el aumento del cansancio, y del deseo en el corazón de ella.

Él busca enseñarle las maravillas del lugar, ella está maravillada con tan grandioso día, en el que él está para ella, sólo para ella. Él busca llamar su atención tomándola del brazo o tocando su espalda por dos segundos, pero cada vez que él la toca una descarga la recorre, ella maldice no poder demostrar lo que siente.

Ella se detiene a ver algo que le llamó la atención lo examina al detalle, por un momento se olvida de él, mientras ve con detenimiento el estante, el se acerca silenciosamente por detrás, se coloca por encima de su hombro, al lado de su rostro, para observar lo que ella observa, el corazón de ella se acelara desesperadamente, pero se queda inmóvil sin perder de vista el estante, como si no le importara que él repentinamente decidiera acercarse tanto, él nunca lo hace. Como si quisiera torturarla, el baja por un instante su nariz y labios hacia el hombro de ella, ¿Es acaso un pseudo-beso?, ¿acaso es un gesto cariñoso?, mil sensaciones recorren su cuerpo, y el doble de pensamientos su mente, no puede evitar cerrar los ojos, por ésa milésima de segundo el sube por su cuello y se endereza para comentar hacerca de lo que ella observa... Ella se martiriza ¿En realidad esto pasó, o habrá sido un invento de mi mente?, le sonríe amablemente a él y continúa la conversación...

... Pero sus pensamientos vuelven a esa fantasía donde él se acerca sigilosamente por la espalda, la rodea con sus brazos, y le susurra suavemente al oído "Te deseo"

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