domingo, 26 de abril de 2009

Te conté?

Te conté?
No. No te conté.
Claro que no te conté.
Si ya no somos educados, ni corteses.
Prentendemos que no existimos el uno para el otro.
Es decisión tuya, y no mía. 
Así que yo no te conté.
No te conté.
No te conté que ya no importa.
Que podés dejarte tus ojitos de ruegos,
tu obsesión con las cejas me resbala,
y tu cabello no es tan perfecto.
Porque la verdad es que todo se acabo
hace ya muchas lunas atrás,
porque si te amara, si realmente te amara,
no me hubiera ido tan feliz y campante
ese lunes por la mañana.
Todo esto, la verdad, se acabo,
en la ciudad que nunca duerme,
en ese grupo de minutos en que ninguno,
ni vos, ni yo, ni nuestras almas atormentadas,
estuvieron en el mismo lugar al mismo tiempo.
Si te ame, ya no es relevante, 
(aunque todavía me pregunto si
realmente me quisiste vos a mí)
porque nunca te amé tanto
tanto para contarte que te amé.
Te conté?

1 comentario:

  1. Cierto... La obsesión con las cejas... La obsesión del mío era otra.

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