miércoles, 1 de abril de 2009

No sos el único

Sus manos no eran las tuyas,
sus labios no sabían como los tuyos,
pero de pronto, mis manos encontraron ese cuerpo,
ese nuevo cuerpo desconocido, 
extrañamente familiar. 
Cuando me dí cuenta,
ya no buscaba tu sabor en él
ni sentía todavía tu olor impregnado en mí,
ni logré recordar siquiera el color de tus ojos.
No me importaba el color de tus ojos,
ni como me hubieras abrazado,
ni intentar recordar tu olor.
Sin darme cuenta, me importa él y no vos,
me importa su sabor y no el tuyo,
me importa como me llamará él,
lo que me conocerá él y no cuanto me conociste vos,
me importa como me hacer sentir él,
como se siente su piel contra la mía,
como sus ojos siempre encuentran los míos,
los planes que hacemos nosotros dos,
no los que vos y yo nunca llevamos a cabo.
El me ha enseñado que no sos el único ser perfecto,
porque vos solo fuiste perfecto en mi cabeza,
en la vida real no llegaste a mucho,
pero él... él se acerca mucho a perfecto,
a lo más perfecto para mí en este planeta.
Me perderé en sus ojos, en sus manos,
en sus besos y en sus caricias.
El también es capaz de cambiarle los colores a mi mundo.

3 comentarios:

  1. Palabra (así, en serio) cada vez que sienta algo, le pediré a usted que lo escriba, porque justamente lo que estoy sintiendo en este momento, lo escribe usted mejor que yo.

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  2. Jaja, a slap in the face!!!, no hay nada como llegar al punto en el que se puede decir "no sos el único".

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